¿Cafeína y teína son lo mismo?
Es probable que alguna vez te hayas preguntado si la cafeína y teína son lo mismo. Estos dos elementos químicos forman parte del día a día de millones de personas globalmente y su consumo llega a ser considerado como un estilo de vida. Si bien sus nombres son similares y parecen indicar lo mismo, hay algunos aspectos que se deben tomar en cuenta.
Diferencias entre cafeína y teína
¿Querés saber cuáles son? A continuación te lo contamos:
1. Composición
Lo primero que se debe tener en cuenta para entender las diferencias entre estos dos términos es su composición. Todos conocemos el término cafeína, esta es una sustancia amarga que se puede conseguir de forma natural en múltiples plantas, siendo la más popular en los granos de café.
Sin embargo, a diferencia de lo que se suele creer, la cafeína no son los granos de café o la bebida que tomamos en las mañanas. La cafeína son moléculas pertenecientes al grupo de las xantinas con una composición cristalina, blanca y de sabor amargo.
Por su parte, la teína como su nombre nos lo asoma, proviene del té. Al igual que la cafeína, está compuesta por el mismo grupo molecular de xantinas, ya que en términos químicos se tratan de los componentes pero con diferentes orígenes.
En pocas palabras, podemos decir que tanto la cafeína como la teína desde un punto de vista químico se tratan de la misma sustancia. Sin embargo, sus diferencias radican en cómo son suministradas y cómo esto altera sus efectos.
2. Efectos
La principal diferencia entre ambos términos radica en su origen de consumo. Mientras la cafeína que usualmente tomamos el café interactúa con otras moléculas procedentes de los granos como lo es el ácido cafeínico, la teína proveniente del té e interactúa con la teofilina.
Esto hace que sus efectos sean completamente diferentes en las fusiones donde lo encontremos. El té entre sus componentes tiene polifenoles que ayudan a inhibir la absorción de la teína en el sistema circulatorio, creando un efecto de energía mucho menos agresivo y más lento en su duración.
Por su parte, las dosis de cafeína que encontramos en el café tienen un efecto mucho más rápido y con mayor absorción en el sistema circulatorio debido a sus componentes. Esto consigue un efecto rápido, pero menos duradero en el cuerpo.
3. Cantidades suministradas
Mientras en las tazas de café grandes es posible conseguir hasta 200 mg de cafeína, para llegar a estas dosis con el té harían falta hasta 3 tazas. Se tendrían que alterar las cantidades suministradas para llegar a tratarlos como estimulantes iguales y conseguir efectos similares.
¿Interesante, cierto? Ambas son de las bebidas más populares y consumidas en el mundo y es muy importante conocer sus particularidades para diferenciar sus efectos estimulantes.
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