A quienes hicieron del café un símbolo patrio, gracias
En julio de 2020, el café tuvo el honor de ser incluido dentro de los actuales 15 símbolos patrios, emblemas que representan nuestro país y nos identifican como ticos.
Son varios los factores y personajes que contribuyeron a que este nombramiento se hiciera realidad y por eso es que hoy deseamos extender un reconocimiento y darles las gracias por tantos años de caminar juntos.
Empezando por el regalo de nuestra tierra, Costa Rica es un país rico en biodiversidad con suelos privilegiados ¡todo lo que cae en ellos da fruto! Tierras volcánicas, fértiles y llenas de minerales que junto al clima tropical hacen crecer lo mejor del café arábico.
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La primera plantación estaba por ahí de la Catedral Metropolitana, cerca del Parque Central de San José, sector donde el Padre Félix Valverde, hace 205 años, iba regalando semillas de café a todos los vecinos para que las sembraran en los patios de sus casas. Él fue el primer sembrador reconocido en la historia de nuestro país.
Un par de años después Don Juan Mora Fernández y Don Braulio Carrillo, jefes de estado, notaron que el café era un producto potencial en el desarrollo del pueblo costarricense y su economía, razón por la cual impulsaron la actividad cafetalera. A ellos se unió Don Mariano Montealegre conocido también como “Rey del café”.
Gracias a estos hombres de la historia, el café contribuyó grandemente en la economía y el ámbito social de aquellos tiempos.
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La relevancia de 1820 es histórica y es que justamente desde ese año, cuando se hizo la primera exportación a territorio panameño, Costa Rica no ha dejado de enviar este grano dorado dentro y fuera de nuestro continente. Eso sí, en estas tierras no falta ese olorcito a 1820 que tanto disfrutamos.
¿Y quiénes están detrás de esta vasta labor? Esos hombres y mujeres trabajadores de nuestros cafetales, a quienes también agradecemos por su esmero en esas temporadas de cosecha donde seleccionan y filtran en conjunto estos granos con sello de alta calidad.
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Finalmente, ya para el siglo XXI, fueron los estudiantes de la Escuela San Rafael de Dota quienes propusieron incorporar al café como símbolo patrio, convencidos de que este producto nos ha acompañado desde nuestros inicios como país libre, siendo también su zona la mayor productora de café, decidieron llevar esta petición a la corriente legislativa.
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Luego de un segundo debate, los 42 diputados de la República dieron por aprobada la ley No. 9815 que es la que declara al café como un símbolo patrio costarricense.
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No podemos finalizar este agradecimiento sin incluir a todos y cada uno de los consumidores de 1820, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, por dejarnos formar parte de sus tardes, sus mañanas, y de todos aquellos momentos donde una tacita de café equivale a felicidad.
¡GRACIAS! por permitirnos acompañarlos siempre.